EUROPA
PRESS
12
septiembre 2016
La Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética
(SECPRE) ha abogado por la aprobación de normativas, como el decreto 49/2009 de
Andalucía, que obliguen a los menores de edad que quieran someterse a una
operación estética a pasar antes un examen psicológico realizado por un
especialista.
Y es
que, la "inmensa mayoría" de las intervenciones de Cirugía Plástica
que se realizan en España a este colectivo corresponden a Cirugía Plástica
Reparadora. Además, según estimaciones de la organización, en el ámbito
estético, de las aproximadamente 65.000 intervenciones que se practican al año,
sólo el 1,5 por ciento se realizan en menores de 18 años.
Asimismo,
en torno al 50 por ciento de esas intervenciones de Estética son otoplastias,
destinadas a corregir las popularmente conocidas como 'orejas de soplillo' u
'orejas en asa', si bien la literatura científica "aún debate" si
este tipo de cirugías deben considerarse estéticas o reparadoras, dado que
suelen estar "totalmente justificadas" desde el punto de vista médico
por el sufrimiento psicológico asociado al trastorno que corrigen.
Es
frecuente también que otras intervenciones de Cirugía Plástica Reparadora
realizadas a menores se confundan con intervenciones de Cirugía Plástica
Estética como, por ejemplo, la corrección de la gigantomastia juvenil o
hipertrofia virginal de los senos, un trastorno que afecta a mujeres
adolescentes y causa el crecimiento excesivo, difuso y, en algunos casos,
discapacitante de uno o ambos senos durante la pubertad.
Otra
patología cuya corrección suele confundirse con Cirugía Plástica Estética es la
ginecomastia o mamas anormalmente grandes en los hombres. "En cualquier
caso, en España no existe una normativa específica que regule la realización de
intervenciones de Cirugía Plástica a menores de edad. Las referencias a nivel
nacional son, por tanto, la Ley 41/2002 básica reguladora de la autonomía del
paciente y de derechos y obligaciones en materia de información y documentación
clínica y la Ley 26/2015 de modificación del sistema de protección a la
infancia y a la adolescencia", ha relatado la organización.
Intrusismo laboral
En
concreto, prosigue, este marco legal establece que todo menor de edad que deba
o quiera someterse a una intervención quirúrgica, del tipo que sea, necesita el
consentimiento de sus padres o representantes legales dependiendo de la
gravedad o riesgo de dicha intervención, del nivel de madurez emocional e
intelectual del paciente y de su situación de emancipación, factores todos
ellos que deja a la valoración del médico que le atiende.
En lo
que se refiere al menor, SECPRE ha recomendado que se asegure de acudir,
acompañado de sus padres o representantes legales, a un profesional con la
titulación de Especialista en Cirugía Plástica, Estética y Reparadora, la
"única oficial y homologada" en España, dado el intrusismo existente
por parte de los más de 9.000 médicos que se estima la practican sin titulación
ni formación adecuada.
Respecto
al cirujano, ha abogado por valorar, por un lado, la madurez psicológica del
menor, profundizando en sus motivaciones y en las de sus padres o
representantes legales. Del mismo modo, y con independencia del consentimiento
de estos, SECPRE ha destacado la necesidad de tener en cuenta la opinión del
menor para determinar, en lo posible, si la decisión de operarse es realmente
suya y fue el primero en plantearla o es de sus padres sin que el menor muestre
mayor interés.
"Por
otro lado, el cirujano debe valorar y transmitir al paciente y sus acompañantes
las expectativas reales de la intervención, basadas sólo en criterios médicos,
nunca en razones económicas ni exclusivamente en los deseos personales del paciente,
lo que incluye valorar la previsible evolución anatómica del mismo. Por
ejemplo, las otoplastias pueden realizarse a partir de una edad muy temprana
porque no afectan al posterior desarrollo de los pabellones auriculares, pero
el aumento de mamas no debe practicarse hasta que éstas no se encuentran
totalmente desarrolladas", ha apostillado.
Finalmente,
y con el objetivo de no dejar en manos del cirujano plástico una labor
"más propia" de un psicólogo, SECPRE ha solicitado la aprobación de
una normativa nacional o de las correspondientes normativas autonómicas que
sean similares a la existente en Andalucía, donde la Junta aprobó en 2009 un
decreto que establece las condiciones para que los menores de edad puedan ser
intervenidos de Cirugía Plástica Estética.
"La
más importante es la obligatoriedad de ser analizados por un especialista en
Psicología y la emisión, por parte de éste, de un informe de madurez
psicológica", ha zanjado la sociedad.